Señores, pido permiso para empezar a cantar, los versos que de improviso mi lira pueda entonar.
Manuel le dice a Jesús: --Jesús, vámonos apeando, mira que el último carro ya se nos viene incendiando.--
Jesús le dice a Manuel: --Yo pienso muy diferente, yo no quiero ser la causa que perezca tanta gente.
Jesús le dice a Manuel: --Apéate en este trecho, déjame a mi las palancas que me vienen por derecho.
Le dio a su máquina vuelo por toda la cuesta arriba, y antes de llegar a El Seis ahí terminaba su vida.
Fue tan fuerte la explosión que causando muchos males, departió la biblioteca y casas particulares.
Toda la gente corría por las laderas llorando, todos a una voz decían: --El mundo se está quemando.--